¡Y llegamos a Santiago de Compostela!
Cuando escribo estas líneas ya han transcurrido casi dos semanas del final de esta, mi aventura en el Camino, así que voy a hacer un breve resumen porque, entiendo, una imagen vale mas que mil palabras. Pasé por Castrojeriz sin pena ni gloria y con mucha agua Las dos primeras jornadas me pasaron factura en forma de lluvia el 95% del tiempo y viento, el frío no lo cuento …lo que provocó un fuerte dolor de rodilla (la derecha la tengo medio tocada) que al día siguiente ya fueron las dos y que me hizo llevar un ritmo más lento del deseado para cuidar esas zonas. Gracias al Ibuprofeno y a los ánimos de familia y amigos me recompuse y a partir de la tercera etapa empecé a disfrutar, aun con dolor, del Camino. El día de León fue una tortura, tardando algo más de 8 horas en completarla, 10 horas la primera jornada... El domingo me dije “ no te quejes tanto que aquí la peña no creo que vaya muy sobrada…”. Estos bicigrinos, de Francia y Argentina, me ayudaron moralmente a llegar a León Puedo de