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Mostrando entradas de agosto, 2017

3 bikers 3 de la prestigiosa ganadería de González.

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No es nada habitual juntarse padre e hijos varones para hacer una rutilla pero hoy era el día y que día... La cosa era subir hasta Orito, almuerzo y retorno pero el destino quiso que mi cambio Sram X9 partiese a los 45 minutos. Menos mal que Alfonso Jr. es un manitas y pudo anular el cambio sacando la cadena y dejando el cambio fijo, lo que le costó una herida en un dedo...aun así y todo, tuvimos que parar en un par de ocasiones mas al partir también el guía-cadenas provisional y volver a tener que sacar un eslabón doblado y empalmar mas. Al final pudimos llegar al Pozo de San Antonio y bajar hasta los Girasoles, almorzar, comentar la jugada y bajar sin forzar la máquina... Espero poder ajustar bien la ebike, ahora tendré que ponerle un cambio nuevo con pulsador, tal vez nueva piñonada y cadena, amén del plato de 36 que lo necesito como el comer o esto seguirá partiendo. Confiamos poder completar esta ruta el próximo domingo, snif, snif... Aquí la ruta de la rotura...

Vía Verde de Agost

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Vía Verde de Agost Como la cosa iba de seguir probando la híbrida pues que mejor que tirar hacia arriba, hacia Xirau, y probar que tal funciona la batería y las piernas que, efectivamente, han realizado un buen trabajo. No cabe duda que se hace mas esfuerzo sin apoyo, pero el que piense que subes tocándote las narices es que no sabe de que va esto, como yo, que antes pensaba lo mismo. Hay que dosificarse en las subidas y economizar apoyo, batería, que tirar solo con piernas con una e-bike de 25 kilos no es nada fácil, y esto lo he probado en tramos planos y con poca inclinación, ya lanzado y desde luego que la bici vuela pero con la ayuda de las piernas, como no puede ser de otra forma. He llegado con algo mas de 68 kilómetros y bastante cansado, mi record personal, ahora espero superar mas adelante esta marca si mi culo y mis piernas me lo permiten y con permiso de mi híbrida.

Electrificar o morir, that´s the question

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La eléctrica Pues la cosa fue que después de mis vacaciones cinegéticas por Sudáfrica y siendo así que tenía detrás de la oreja el volver a tomar el monte también sobre dos ruedas, me dije "que hago, vendo la bici o la electrifico" en un último intento por volver a las sendas que antaño hacía. Me rondaba la idea por la cabeza desde hacía tiempo, así que la llevé a mi amigo Javi de TJ Bikes en Mutxamel, Alicante, todo un artista en esto de las bicis y me sugirió la idea de electrificarla. Yo era de los que pensaba que eso de ponerle un motor a una bici dejaría de ser deporte hasta que la probé y surgió el flechazo y el amor a primera vista...lejos de ser herejía. Estéticamente opino que ha quedado genial, pero eso era lo menos importante, así que me monté sobre ella y volé hasta mi casa con unas ganas locas de estrenarla donde se merece, en el monte. Ayer subí por el río como pude ya que había mucha agua de una balsa que rebosa constantemente agua salobre y luego p