Días de moto, vísperas de bikers

( Pepico con su nueva máquina)

Amaneció el sábado con amenaza de lluvias por la zona, lo cierto es que hasta que no llegué al Auto bar para desayunar no empezaron a caer las primeras gotas así que al salir las motos de Gosarro y la mía ya estaban caladitas lo cual no fue óbice para que con precaución, como siempre, comenzáramos la salida rumbo a Caudete. La lluvia fue nuestra compañera y ya en Novelda las motos se deslizaban peligrosamente por un terreno en ocasiones muy resbaladizo incluso en una larga pista muy bacheada estuve a punto de dar con mis huesos en tierra aunque pude controlar la máquina; el "cague" me duró hasta llegar al bar de la báscula donde el almuerzo hiciera que mereciera la pena la aventura. Una vez en Caudete si que caia agua de la buena...así que nos armamos de valor y con un terreno si cabe mas rebaladizo hicimos la vuelta llegando sanos y salvos y con los deberes hechos!

El domingo pese a las amenazas de los partes meteorológicos que nos adelantaban lluvia me enfundé el traje de biker y salí en busca del Pati en el bar de la fuente donde tomamos café (quien nos ha visto y quien nos ve, bikers señoritos! ) y donde se nos unió el cañonero Robert. La ruta prefijada era Las Lomas pero una vez allí se comentó que el Geiser, glup!, me negué y acepté Peter Pan como ruta dominguera. La subida corrió a cargo de Robert quen nos engañó vilmente e hizo que fuera por carril-bici dando un gran rodeo pero que sirvió para encontrarnos con un biker de los guenos pasado a biker de carretera, nuestro Pepico! .
Gran alegría al verlo, charramos juntos un buen rato y al ver que con su nueva máquina volaba, decidimos dejar libre al pájaro no sin antes congratularnos de su buen aspecto y mejor forma física: ha perdido 15 kg! felicidades Pepico!

Con bastante sudor y con alguna que otra mini-bronca por el rodeo, conseguimos llegar a la granja del Sabinar donde y debido a la premura de tiempo que alguno tenía, se decidió bajar por los bancales hasta San Vicente (menos mal ya que la aternativa que me daban era o Geiser o Roca, glup) donde antes de llegar me encontré con el Gosa que iba a lomos de su KTM (traidor!), lo convencimos (costó poco) para ir juntos al bar del almuerzo donde llegamos al rato y donde dimos cuenta de unos suculentos bocatas y donde hablamos de lo humano y lo divino y para Alicante en unos interminables kilómetros.
10 minutos antes de legar a boxes empezó a caerme un poco de agua encima pero menos mal que ya estaba cerca después de recorrer 37,5 km; otro días mas y mejor.